Recientemente se ha descubierto que la famosa Casa de la Cascada [1936-1938] creada por el afamado arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright, se está desplomando (Mie Sep 26 2007)
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Recientemente se ha descubierto que la famosa Casa de la Cascada [1936-1938] creada por el afamado arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright, se está desplomando.
La casa fue erigida sobre la gran cascada de un río en Pennsylvania; situación que ha llevado a la Western Pennsylvannia Conservancy, institución que cuida su mantenimiento, a proponer el estudio de drásticas medidas estructurales para evitar el hundimiento definitivo de uno de los máximos exponentes de la obra de Wright.
A pesar de esto y ya en proceso de reforzamiento estructural, los turistas la siguen visitando como una asombrosa edificación.
Ésta casa fue diseñada por el arquitecto para el comerciante y filántropo Edgar J. Kaufmann y su esposa, Liliane, en 1935, en Pennsylvania, Estados Unidos.
A más de 70 años de haber sido construida, Fallingwater Home [la casa de la cascada] es sin duda el mejor ejemplo de la arquitectura estadounidense y sigue impresionando por su composición espacial, por el innovador uso de materiales y sobre todo por la perfecta integración al paisaje circundante.
Fallingwater, la residencia privada más famosa del siglo XX, logra armonizarse con su entorno natural proponiendo una sucesión de volúmenes puristas que dan la impresión de levitar sobre el agua.
Como dijera Franklin Toker: “Visitar la Casa de la cascada tiene poco que ver con arquitectura o ingeniería: la calidad que percibimos aquí es esencialmente espiritual”.
La casa no sólo devolvió fama mundial a un sexagenario y casi olvidado Wright [tenía 67 años y hacía una década no tenía un encargo importante], sino que a la vez permitió al mercader judío E.J. Kaufmann ganarse el respeto de la prejuiciosa y sociedad antisemita en los años 30.
Gracias a Edgar Kaufmann hijo, la Casa de la Cascada pudo conservar intacta su arquitectura, su mobiliario y tapicería [también diseñados por Wright específicamente para la casa], su fina colección de arte, y el entorno natural que los Kaufmann tuvieron a bien recuperar y proteger. Gracias a él, la casa está abierta al público actualmente.
Esta edificación se ubica apostada sobre el Arroyo del Oso [Bear Run] que desemboca en el río Youghiogheny, en una zona boscosa cerca de Ohiopyle, antiguamente deteriorada por la actividad minera.
Luego de ser adquirida por los Kaufmann, el área fue ecológicamente recuperada y paisajísticamente mejorada.
Sobre los soportes, se dispuso unas vigas de concreto armado en el piso de aproximadamente un metro de ancho, las que, junto a unas viguetas transversales formaron una parrilla sobre la que se sostiene la terraza en voladizo.
Al parecer E.J. Kaufmann desconfió del cálculo estructural de Wright y secretamente aumentó acero en la estructura, lo que motivó la ira del arquitecto quien le recriminó su falta de confianza. [Con información del sitio moleskinearquitectónico.blogspot.com]
Autor: Gerardo León
La casa fue erigida sobre la gran cascada de un río en Pennsylvania; situación que ha llevado a la Western Pennsylvannia Conservancy, institución que cuida su mantenimiento, a proponer el estudio de drásticas medidas estructurales para evitar el hundimiento definitivo de uno de los máximos exponentes de la obra de Wright.
A pesar de esto y ya en proceso de reforzamiento estructural, los turistas la siguen visitando como una asombrosa edificación.
Ésta casa fue diseñada por el arquitecto para el comerciante y filántropo Edgar J. Kaufmann y su esposa, Liliane, en 1935, en Pennsylvania, Estados Unidos.
A más de 70 años de haber sido construida, Fallingwater Home [la casa de la cascada] es sin duda el mejor ejemplo de la arquitectura estadounidense y sigue impresionando por su composición espacial, por el innovador uso de materiales y sobre todo por la perfecta integración al paisaje circundante.
Fallingwater, la residencia privada más famosa del siglo XX, logra armonizarse con su entorno natural proponiendo una sucesión de volúmenes puristas que dan la impresión de levitar sobre el agua.
Como dijera Franklin Toker: “Visitar la Casa de la cascada tiene poco que ver con arquitectura o ingeniería: la calidad que percibimos aquí es esencialmente espiritual”.
La casa no sólo devolvió fama mundial a un sexagenario y casi olvidado Wright [tenía 67 años y hacía una década no tenía un encargo importante], sino que a la vez permitió al mercader judío E.J. Kaufmann ganarse el respeto de la prejuiciosa y sociedad antisemita en los años 30.
Gracias a Edgar Kaufmann hijo, la Casa de la Cascada pudo conservar intacta su arquitectura, su mobiliario y tapicería [también diseñados por Wright específicamente para la casa], su fina colección de arte, y el entorno natural que los Kaufmann tuvieron a bien recuperar y proteger. Gracias a él, la casa está abierta al público actualmente.
Esta edificación se ubica apostada sobre el Arroyo del Oso [Bear Run] que desemboca en el río Youghiogheny, en una zona boscosa cerca de Ohiopyle, antiguamente deteriorada por la actividad minera.
Luego de ser adquirida por los Kaufmann, el área fue ecológicamente recuperada y paisajísticamente mejorada.
Sobre los soportes, se dispuso unas vigas de concreto armado en el piso de aproximadamente un metro de ancho, las que, junto a unas viguetas transversales formaron una parrilla sobre la que se sostiene la terraza en voladizo.
Al parecer E.J. Kaufmann desconfió del cálculo estructural de Wright y secretamente aumentó acero en la estructura, lo que motivó la ira del arquitecto quien le recriminó su falta de confianza. [Con información del sitio moleskinearquitectónico.blogspot.com]
Autor: Gerardo León
Periódico El Universa
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